José Antonio Marina:»UNO DE LOS PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN ES QUE NO INTERESA»
José Antonio Marina (Toledo, 1939) es pedagogo, escritor y filósofo. Su obra escrita es muy rica y trata temas que van desde la inteligencia hasta el amor
HERALDO DE ARAGON 27/2/19
Es el fundador de la Universidad de Padres, un proyecto en el que ofrecen talleres de formación para progenitores. ¿Es necesario enseñar a los padres a serlo?
Sí, hay que enseñar a los padres porque el mundo se ha vuelto muy complicado y ahora sus obligaciones están mucho menos definidas. Vivimos en una época donde el papel de la educación va mucho más rápido y donde los padres se encuentran desbordados y confusos. Por ejemplo, nadie les avisó de que el uso abusivo del móvil iba a generar problemas en sus hijos. Necesitan un referente que les dé una garantía de que están haciendo las cosas bien.
¿Cuáles son esos problemas de los que habla?
Los niños que se han criado en entornos tecnológicamente muy densos presentan en mayor medida déficit de atención. No pueden concentrase en algo durante mucho tiempo. Además, pasan con rapidez de un tema a otro y tienen dificultades para atender a mensajes largos. Se está a merced del ‘trending topic’, pero se pierde la capacidad de responder con rigor a un argumento. Eso hace que nuestra convivencia esté siendo muy tosca y muy violenta, porque el intercambio de información es muy rápido. Y eso afecta a la educación.
¿Cómo está la educación en España en estos momentos?
Está viviendo un momento delicado. Tenemos un sistema educativo mediano, no es del todo malo, pero tenemos que ponerlo a funcionar. Se puede aspirar a un sistema de alto rendimiento en cinco años si se dedica el 5% del PIB. Ahora estamos con el 4,2% y con eso no se puede tener una buena educación. Uno de los problemas de la educación es que no interesa. En las encuestas del CIS sobre las preocupaciones de los españoles no aparece la educación y los políticos deben pensar lo estupendo que está todo y, por ello, no actúan.
¿Cómo le gustaría que fuese el sistema educativo del futuro?
Me gustaría que colaborara al éxito educativo y no solamente al escolar. Necesitamos preparar aún mejor a nuestros alumnos para un mundo que va a ser muy cambiante y que va a tener muchas oportunidades, pero que también va a ser feroz con quien no las aproveche. Deseo que se tenga clara la idea de que en la escuela desarrollamos la inteligencia de los alumnos y que esta tiene como función principal dirigir bien el comportamiento. Además, tiene que desarrollar el talento, porque es lo que hace que una persona sepa elegir sus metas.
Como filósofo, ¿cree que debería introducirse la asignatura de Filosofía en la Educación Primaria?
Sí, sin duda. En algunos países como Francia ya está implantada y los resultados son sensacionales. Filosofía para niños no es que vayan a estudiar a Kant, es que van a reflexionar sobre cómo piensan y van a saber resolver problemas teóricos. En Primaria ojalá pudiéramos hacerlo, como ya se hace en Bachillerato, siempre adaptándolo al nivel de los escolares. Se debería entender la materia de Filosofía como el desarrollo del pensamiento crítico y eso tiene que hacerse en todas las edades porque es esencial.
Recientemente el Departamento de Educación de la DGA introdujo Oratoria como asignatura optativa en el Bachillerato, ¿qué le parece?
Estoy de acuerdo y creo que es fantástico. En España tenemos todavía mucha dificultad para explicarnos en público, mucha timidez y también miedo por si nos equivocamos o no lo hacemos como tenemos pensado. Desde el punto de vista emocional, intelectual y de la convivencia práctica resulta muy interesante que se imparta esta materia en las aulas.
Hablando de asignaturas, acaba de publicar ‘Biografía de la Humanidad’, un recorrido por las culturas a lo largo de la historia. ¿Se la imagina como materia?
Sí. De hecho es algo que llevo tiempo planteándome. Si desde niños se empezara a estudiar la historia de las religiones o de las ciencias, los alumnos se darían cuenta de la riqueza que tiene el mundo. Me imagino una asignatura muy integradora, una especie de humanismo útil para el momento actual.